Turbidez del agua: por qué vigilarla y cómo medirla de manera eficaz

¿Qué es la turbidez y por qué es un indicador esencial?
La turbidez es un parámetro clave en la evaluación de la calidad del agua. Se manifiesta por un aspecto turbio, causado por la presencia de partículas en suspensión como sedimentos, materia orgánica o ciertos contaminantes que pueden comprometer su calidad. Su control es fundamental para garantizar el cumplimiento de las normas vigentes y optimizar los tratamientos, ya sea de aguas potables, residuales o efluentes industriales.
A continuación, veremos con más detalle los retos asociados a la turbidez, las exigencias normativas y los métodos para medirla de manera eficaz.
La importancia de medir la turbidez del agua para garantizar su calidad
A diferencia de otros indicadores, la turbidez se basa en un principio físico: la dispersión de la luz. Permite obtener una imagen instantánea de la pureza del agua y constituye una herramienta valiosa para el seguimiento ambiental y el control de las instalaciones de tratamiento.
Una turbidez elevada puede deteriorar la calidad bacteriológica del agua, impedir el buen funcionamiento de ciertos procesos de tratamiento y alterar las condiciones ambientales de los ecosistemas acuáticos. También puede ocultar la presencia de microorganismos patógenos.
La turbidez puede medirse de forma continua cuando se busca anticipar variaciones rápidas, o de forma puntual en controles de rutina, auditorías o en emplazamientos aislados.
Diferencia entre turbidez y sólidos en suspensión (TSS) en el control del agua
Aunque a menudo están relacionados, la turbidez y los sólidos en suspension (TSS) son parámetros distintos. La turbidez mide la capacidad del agua para dispersar la luz, mientras que los solidos en suspensión cuantifican la masa de partículas contenida en un volumen de agua. Su relación depende del tamaño, tipo y refracción de las partículas, por lo que dos muestras de agua pueden arrojar resultados diferentes.
El control de la turbidez en distintos entornos
La turbidez es un indicador ampliamente utilizado en el control de la calidad del agua en diversos contextos. Ya sea en agua potable, aguas residuales, aguas naturales o vertidos industriales, permite anticipar riesgos sanitarios, medioambientales o técnicos.
Seguimiento de la turbidez en aguas naturales
La turbidez es un buen indicador de la erosión del suelo o de la contaminación difusa provocada por escorrentías, especialmente tras episodios de lluvias intensas.
En aguas naturales, una turbidez elevada resulta de una alta concentración de partículas en suspensión. Estas bloquean el paso de la luz, lo que interfiere en la fotosíntesis de las plantas acuáticas, reduce los niveles de oxígeno disuelto y, a largo plazo, desequilibra el ecosistema.
Existe también una relación directa con la gestión del agua de distribución. Durante episodios de fuertes precipitaciones, la turbidez aumenta significativamente. Este exceso de partículas complica las etapas de tratamiento. El monitoreo de la turbidez permite actuar de forma preventiva para anticipar y asegurar la calidad del agua.
Medición y control de la turbidez en el agua potable
La presencia de partículas en suspensión en el agua potable puede favorecer el desarrollo de microorganismos patógenos como bacterias, virus o parásitos, responsables de diversas enfermedades. Una turbidez elevada suele ocultar la presencia de estos contaminantes y comprometer la eficacia de los tratamientos de desinfección, en particular con cloro o radiación ultravioleta.
Como ya se mencionó, una alta turbidez sobrecarga los sistemas de tratamiento, haciendo la purificación más compleja y costosa. Las partículas obstruyen los filtros y aumentan el consumo de reactivos químicos, lo que repercute directamente en los costes de explotación.
En términos normativos, la OMS recomienda una turbidez inferior a 5 NTU. Sin embargo, la mayoría de los países fijan un umbral máximo de 1 NTU, y a menudo inferior a 0,3 NTU tras la filtración, para garantizar la potabilidad del agua distribuida.
Control de la turbidez en el tratamiento de aguas residuales
En las estaciones depuradoras, la turbidez es un indicador clave de rendimiento para el seguimiento del tratamiento. Permite detectar rápidamente fallos de decantación, sobrecargas hidráulicas o colmatación de filtros, incluso antes de que aumenten los sólidos en suspensión.
Un incremento de la turbidez también puede indicar una dosificación incorrecta de reactivos, pérdida de lodos o fallos mecánicos. Gracias a la medición de la turbidez, los operadores pueden ajustar el proceso en tiempo real, evitar superar los límites de vertido y garantizar el cumplimiento normativo.
La medición de la turbidez ofrece así una solución eficaz para supervisar la estabilidad del tratamiento final. Se integra fácilmente en los sistemas de supervisión y permite automatizar las alertas en caso de anomalías.
Impacto de la turbidez en las aguas industriales
En entornos industriales, las partículas sólidas en suspensión favorecen la incrustación de tuberías, el desgaste de bombas y la alteración de los sistemas de refrigeración. Esto se traduce en un aumento de los costes de mantenimiento y del consumo energético.
En el sector agrícola, también preocupa la calidad del agua de riego. Una alta turbidez puede obstruir filtros y tuberías de riego y, a largo plazo, afectar la estructura del suelo y la salud de los cultivos.
Cómo medir la turbidez del agua con precisión
Medición de la turbidez con tecnología nefelométrica
El método nefelométrico es hoy el más utilizado para medir la turbidez. Se basa en la detección de la luz dispersada a 90° por las partículas en suspensión cuando un haz de luz atraviesa la muestra. Este enfoque, definido por la norma ISO 7027, utiliza luz infrarroja para reducir las interferencias debidas al color. La intensidad de la radiación dispersada es proporcional a la concentración de partículas y el resultado se expresa en unidades NTU.
Sensores de turbidez para una medición en tiempo real
Los sensores de turbidez aplican el método nefelométrico para garantizar una medición en tiempo real, integrándose directamente en tuberías o depósitos. Los datos recogidos se transmiten por wifi para ajustar instantáneamente los parámetros de tratamiento. Estos sensores permiten detectar anomalías de forma anticipada y facilitan la gestión de las instalaciones.
Otros métodos de evaluación de la turbidez del agua
En ciertos casos, la turbidez puede evaluarse visualmente mediante un disco Secchi, utilizado a menudo en medios naturales, o con tubos de turbidez. Asimismo, se pueden enviar muestras de agua a laboratorio para análisis más avanzados, en particular mediante espectrofotometría.

Nuestras soluciones Aqualabo para medir y controlar la turbidez del agua
Especialista en el análisis y control de la calidad del agua, Aqualabo diseña y fabrica instrumentos de medición precisos, resistentes y adaptados a los entornos más exigentes. Nuestra experiencia se basa en más de 70 años de innovación al servicio de la calidad del agua.
Sensores de turbidez
Turbidímetro LowTuS
El turbidímetro LowTuS, fruto de más de 70 años de experiencia, utiliza la dispersión de luz infrarroja a 90° (ISO 7027) para mediciones precisas en rangos de 0–10 y 0–100 NTU. Su sistema de limpieza automática evita la acumulación de contaminantes y garantiza una fiabilidad constante.
Ventajas:
- Método nefelométrico de dispersión a 90° – ISO 7027
- Rangos: 0–10 NTU; 0–100 NTU
- Comunicación digital Modbus RS-485
- Autolimpieza de la celda óptica
Verificación rápida con Tare sólido
Aplicaciones: Agua bruta, control de procesos de agua potable, monitoreo de redes de distribución, agua filtrada
Sensor NTU
Este sensor cubre un rango ampliado hasta 4000 NTU y se distingue por su robustez, precisión y compatibilidad con entornos exigentes. Su comunicación digital, resistencia a interferencias y transmisor integrado lo convierten en una opción fiable para la gestión óptima del agua.
Ventajas:
- Tecnología óptica IR de fibra óptica
- Rangos: 0–4000 NTU o 0–4500 mg/L
- Robusto y estanco (IP68)
- Muy bajo consumo
Opción de limpieza automática HYDROCLEAN
Aplicaciones: Aguas residuales urbanas (entrada/salida), redes de alcantarillado, efluentes industriales, aguas superficiales, dragado, bombeo de agua potable
Sensor MES5
El sensor MES5 mide los sólidos en suspension (TSS) y la turbidez mediante tecnología óptica infrarroja por absorciometría, garantizando precisión y fiabilidad en múltiples aplicaciones de tratamiento de agua.
Ventajas:
- Sensor óptico IR basado en absorciometría
- Rangos: TSS 0–50 g/L, manto de lodos 0–100%, turbidez 0–4000 FAU
- Comunicación digital Modbus RS-485 / SDI-12
Construcción robusta
Aplicaciones: Aguas residuales urbanas (entrada, decantador, salida), efluentes industriales, líneas de tratamiento de lodos, monitoreo de dragado
Medidor portátil monoparámetro
Turbidímetro portátil NEON
El dispositivo portátil NEON NTU, equipado con un sensor de turbidez (método nefelométrico ISO 7027), permite medir la temperatura, la turbidez (NTU/FNU) y la turbidez en mg/L. Portátil, moderno e intuitivo, registra hasta 30 000 puntos de datos descargables vía Wi-Fi.
Ventajas:
- Uso intuitivo y rápido
- Robusto, estanco IP67 y ligero
- Tecnología digital de sensor: fiabilidad en la medición
- Registro y transferencia de datos vía wifi
Aplicaciones: Aguas residuales urbanas, redes de alcantarillado, efluentes industriales, aguas superficiales, dragado